martes, 15 de septiembre de 2009

Ya rezaste tu oración de la mañana?

Ya rezaste tu oración de la mañana?

En el próximo mes de Octubre, se dara un nuevo aniversario simbólico.

Simbólico porque después de un fuerte rechazo al injerto trasplantado en 1996 (segundo nacimiento), y, ante la desesperación, las nauseas y la “soltura”, como dijera mi abuela Victoria Carrillo, siente uno morirse no solo de cuerpo, sino también de espíritu.

Este espacio de tiempo, donde las vanidades, la soberbia y el orgullo caen sumisos ante el deslumbramiento de una taza de inodoro y un espejo de tocador duro, hiriente, desinflador de ego y ante el cual, la persona tiene que aceptar su realidad física, parece ser eterno. Tener un automóvil de marca o superlujoso o una “doble troca” Hammer, da igual que no tenerlo, pues son de poca utilidad. En esos momentos la realidad se trastoca y se convierte en una pesadilla. La idea de suicidio se pasea voluptuosamente por la alcoba y se recuesta a reposar en un sillón de la sala, a la espera de una decisión crucial, haciéndole venia a la persona, mientras está corre al baño o se retuerce de dolor. En ese instante en donde la vida pende de un hilo se empieza un recorrido por todos los hechos de la vida “vivida”. Los recuerdos. Los familiares. Los hijos. Los amigos. El trabajo.

Ese “estar “en el tiempo solamente lo interrumpe algo impactante. Un “ring ring” de un timbre o un teléfono. Ese llamado de atención puede surgir de una llamada telefónica o una tarjeta. Y, fui afortunado. Las llamadas llegaron y llegaron en el preciso momento en que los sentimientos de culpa conversaban orondamente con la Señora Soledad, que vino acompañando a la fácil idea “de no existir”. He de reconocer que una de las llamadas que más me fortalecieron además de la de mis amigos mas cercanos, fue la de Rectora Patricia Martinez Barrios, de la cual estoy altamente agradecido, pues sentí el respaldo Institucional y el reconocimiento como persona. Personas y Lideres, como ella son las que necesitan las instituciones y las ciudades como Cartagena.

Hoy, pido a Dios, en mis oraciones diarias, por todos los hermanos, amigos y personas que hicieron posible este natalicio. Que me de la fortaleza y la sabiduría para mantener la conjunción cuerpo-espíritu a través de la oración y la fe. Porque estoy seguro que en ese momento, el Señor poso su mirada en toda mi vida y con la ternura que lo caracteriza, paso su mano para protegerme, e iluminarme de tal manera que pensara que podría recuperarme en todo lo que he fallado y en todo lo que no he podido acertar a lo largo de mi vida.

Empezar el camino duro de desaprender, aprender a callarse, pulir la piedra bruta, aceptar que no todas las veces se tiene razón, desinflar el ego y desaparecer momentáneamente del panorama para dar oportunidad a los demás que hagan su camino, es la idea

Juan Antonio Morales Arrieta
Profesor UTB.

1 comentario:

Manuel dijo...

Juan, deseo te encuentres bien y luchando por esta vida que es lo que nos ha tocado a los de esta generacion, incluso desde nuestras epocas de universitarios.La vida hay que menejarla con estoicismo como vos lo has hecho,tu amigo Manuel Posso